Reflexiones sobre la moral I

"El hombre ha nacido libre y, sin embargo, vive en todas partes encadenado".
Este aforismo rousseauneano, es quizás punto de partida para comenzar a hablar un tema que sin que muchos sepan, está en la boca de todos. Ese con tantas connotaciones "censuroides" llamado ética, que es en definitiva lo que está a la base de nuestros actos y proferencias cotidianas (morales).
Porque cuando la gente comienza a hablar del derecho a la vida, de los homosexuales, del matrimonio, de si lo que hizo ese fúlano/a a su polola/o fue correcto o no, de si la desición que tomó el gobierno de turno es loable o repudiable, etc, etc,etc, estamos haciendo siempre afirmaciones de "lo bueno" y "lo malo", estamos asumiendo un rol crítico frente al mundo respecto de lo que creemos y pensamos, estamos en fin, "haciendo filosofía práctica" o actos éticos en cada momento.
Y no resulta poco intrincado empezar a develar que es lo que significa para cada uno cada una de estas cosas, porque en definitiva somos o "intentamos" ser entes pensantes y las opiniones vertidas en este programa (la vida) no son unívocas en muchos de los casos y bueno es ahí donde radica la diversidad de nuestra especie y lo maravilloso que resulta a veces ponerse a leer un libro de filosofía.
Rafael nos muestra con magistralidad y belleza en "La escuela de Atenas" (ver foto), a Platón y Aristóteles en un acto súblime. El maestro apuntando hacia el cielo y Aristóteles señalando la tierra son dos formas maravillosas pero radicalmente distintas de ver y explicar el mundo. Estos dos magnates de la antiguedad griega nos muestran como el ser humano, incluso tan semidivino como estos dos personajes, es capaz de ponerse en el mundo y plantearlo de un modo o de otro. Y si las cosas físicas son difíciles de explicar y en un sentido kuhneano "paradigmáticas" y anecdóticas, que será de aquellas "verdades" (muy entrecomillas), metafísicas, no palpables. Y he aquí donde la Ética (caricaturizándola como una idea platónica) empezaría a mostrar una sonrisa sarcástica.
Pero vamos por parte, ¿qué es en definitiva lo que hace al ser humano discurrir sobre estos asuntos y que determinados temas, (si no todos) sean tan controversiales? si al fin de cuentas los otros animales viven su ciclo sin muchas interrogantes y ya, ¿ qué hace que el hombre sea un ser moral al fin de cuentas?, porque ya señalamos que estamos "cargados" de moral en todo lo que hacemos.
Sin duda que el punto crucial es el desarrollo del pensamiento y del lenguaje, que en primera instancia permitió hacer dicotomías respecto a los elementos del mundo, y sirvió para crear esas leyes que ayudaron a los primeros humanos primitivos a sobrevivir como especie. Esta adaptabilidad debió conllevar una creciente capacidad de organizarse socialmente, estableciendo normas y conductas que serían internalizadas en un sistema sociocultural inconsciente, vale decir, sin una representación conceptual de las mismas.
Así el hombre aprendería a relacionar los conceptos entre sí, a crear nexos causalísticos y llegar a un punto donde se ve a él mismo como ente causal de determinados fenómenos. Esto conlleva a situar a la especie en un nivel superior donde se es consciente de que determinados actos propios influyen en la naturaleza y en las relaciones sociales que establecemos con otros. Así el hombre debió "verse a sí mismo" ante los demás.
Este punto es más complicado porque ahora se piensa también en las relaciones sociales y la instintividad ya no es suficiente para regularlas.
"Las normas sociales, cuando son imperativas por una necesidad de sobrevivencia (no matarás!), requieren de una especie de ordenación desde el misterio de la existencia que a una inteligencia compleja se hace insoportable: de aquí el mandamiento de carácter divino." (Giaume Vidal Alessandrini, Introducción a una Ética Antropológica).