Niño, I was
Mañana es el día del niño, ése que esperaba inquieto hace una decena de años atrás, donde la noche anterior se dormía inquieto y se despertaba pensando en ir a la avenida principal de la ciudad donde esperaban globos, juguetes, concursos y regalos. Esos ojos, esa mirada infantil, incrédula se ha transformado en una desconfiada, crítica, se ha conectado más con la mente que con sus emociones, sabe que este día como muchos otros no es más que una farándula, una forma mañosa que tienen las grandes empresas de aspirarle más plata a los bolsillos de la gente y acrecenter la neurosis colectiva; psicosis en algunos, que produce el sistema tan mañoseado.
Este día quimérico donde se crea esa arqueotipo del "niño" en el inconciente colectivo, donde aún se cree el niño es aquel ente feliz, querido por sus padres, armonioso, creativo y en general libre de problemas.
Nos olvidamos (durante todo el año), pero más irónicamente en este día la aterradora cantidad de niños maltratados y trabajadores sin sueldos, que el sistema ignora aunque no lo quiera aceptar.
Pero fuera del ojo crítico al consumismo y al propio sistema es un día que me recuerda mi niñez, ese "infant terrible" de cinco años que era un verdadero tifón cuando se aparecía por el barrio, el jardín o la casa de alguna señora, amiga de mi madre que miraba aterrada al "pequeño acompañante de su amiga" que abría la puerta del patio y saludaba tímida y ofuscada, sabiendo las consecuencias de haber ido acompañada.
Ese tifón se calmo, y como dice el dicho popular, llego la calma. Esa calma se transformó en timidez, en darme cuenta que era distinto a los otros, no solo por mi apariencia física, por mi cara deformada en un principio, ni por mi ininteligible prosodia, sino porque desde esa edad que tengo recuerdos efímeros de que en los chicos estaba lo mío.
Siempre tuve todo, amor, juguetes, videojuegos, etc, pero mi niñez quedó marcada por un estigma, una huella vacía, un llanto ahogado, que el propio sistema tapa en juguetes, pepones y autos eléctricos.
No puedo ser un mal agradecido, el pasado en ciertos puntos es peor que el presente, no existen rastros de mis deformaciones, camino de la mano con la homosexualidad, y de mi familia no me puedo quejar, pero en cada etapa existen dificultades, al menos en la niñez, éstas se veían insoslayables, monstruosas, pero que ahora son pan comido.
Quizás estas cosas me han echo mirar el pasado con menos lágrimas y atisbar una sonrisa para este presente nunca fácil.
Feliz día a los niños felices y a los infelices con juguetes especialmente.
Quiero ser niño para vivir despreocupadamente,
para no pensar en ideales perdidos
quiero ser niño para solucionar todo con un llanto
con aquella mirada irresistible,
quiero ser niño para no caer en los abismos del amor
o vivir en un narcisismo perenne ,
quiero ser niño para que mi almohada no se manche de lágrimas,
quiero ser niño para aprender a amarrarme los cordones
articular mis primeras palabras
quiero ser niño para que los horrores de la realidad me sean indiferentes,
vivir aquel mundo de fantasias,
la quimera más glamorosa,
quiero ser niño para no enterarme que la mitad del mundo se preocupa por adelgazar,
mientras la otra mitad se muere de hambre ,
quiero ser niño para no tener que recordarte y tenerte a mi lado
quiero ser niño para pensar que mi mamá es la mujer más bella del mundo,
quiero ser niño para pensar que la amistad se mantiene igual a pesar de los años y la distancia,
quiero ser niño para regalarte mi alma nuevamente,
para que sea cierta tu presencia,
para susurrarte ese "te amo"
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