Los Fletos Arriba!
Horror por parte de ciertas viejas fríjidas, numerarios del "Opus Diaboli", homófobos y dueños de la palabra "familia" y de lo que se debe hacer, debió haber causado el Gay Parade que se celebró hace un par de semanas en Santiago. Si mis axones siguen mielinizados como corresponde, recordaré que en "EL Termómetro", una invitada, dueña por gracia divina de los conceptos de "amor" y "familia" y además por sus palabras uno piensa que ha escrito libros tales como : "Cómo se debe salir a la calle", "Cómo comer con 10 tenedores, 5 cuchillos y 3 cucharas", "Cómo limpiarse la raja", entre otros; mencionaba horrorizada que no era posible que esta gente saliera a la vía pública a hacer sus escándalos (aunque el escándalo homófobo que dio ella por televisión haya sido mucho mayor). En el diario un viejo nazi invocaba a Lucifer y a Hitler ( que de hecho si no viven juntos hoy en día, deben ser la misma persona), para que nos tragara la tierra y nos consumieramos entre fuego y cenizas.
"Me da pena esa gente"- pensaba yo. Qué lástima que a Chile le falte tanto. Siempre me han dado risa los homófobicos, soñando con construir su mundo heterosexual, sin gente "desviada" que al fin y al cabo no le hace daño a nadie.
La homosexualidad lamentablemente ha sido discriminada y sancionada a través de toda la historia. Homosexuales, lesbianas, bisexuales y transexuales han sido tratados a lo largo de la historia como inmorales, enfermos, hijos del demonio entre otros epítetos. Lamentablemente no ahí evidencia científica que avale la condición homosexual, sin embargo a mediados de los 70 la OMS(organización mundial de la salud), retiró a la homosexualidad dentro del manual de patologías mentales y en el 2000 la APA(asociación americana de psiquiatría) se vio obligada a firmar una declaración en la que expresa que “no ahí evidencia científica que apoye los distintos tipos de terapia( inhumanas a mi parecer) para alterar la condición sexual “.
Lo más penoso es que de vez en cuando salen ciertos personajes que poseen cartones universitarios bajo la manga y un par de libros sobre sus espaldas, hablando sandeces, como don Enrique Lafourcade que nos trata de criminales. Que pena señor Enrique que sea tan malagradecido y sea tan indiferente a grandes homosexuales que han contribuido tanto en todas las áreas del conocimiento, partiendo por más ni menos que con Leonardo da Vinci, el genio más grande de la historia; ¿él también era un delincuente señor Enrique? Aristóteles, Platón, Sócrates, Sófocles, , Miguel Ángel, Julio César, Francis Bacon, Lord Byron, Oscar Wilde, Rimbaud, Voltaire,Wittgenstein, Descartes, entre otros ¿también eran seres de la peor calaña dentro de su época?. Creo que no don Enrique, su comentario apesta a discriminación.
Referente al tema de el "Gay Parade" será el primero de muchos, y ojalá no sea el centro de atención para otros años, centro de dardos lanzados desde todos los sectores, y sea una fiesta más que conforme la agenda nacional. Encuentro que un país está maduro en ciertos temas cuando éstos mismos no llaman la atención ni hacen levantarse de sus tumbas a los próceres de la patria.
Bueno, la Iglesia deshumanizadora siempre va a lanzar mierda, me gustaría que se pronunciaran frente a estos hechos también:
"Tras un estudio en la diócesis canadiense de San Juan de Terranova, en 1990, se llegó a la conclusión de que el 30% de los sacerdotes de la diócesis eran homosexuales. 20% de los sacerdotes norteamericanos son gays y la mitad de ellos son activos. En USA, en 1990, ya se conocían 30 casos de sacerdotes que mueren de SIDA".
En fin dejémosle a los católicos el dicho popular: “El buen juez, empieza por su casa”
No pude ir al Gay Parade, la verdad que no me interesaba ir. Por la tele pude observar los carros llenos de flores, challas y lentejuelas temblando al ritmo de la música electrónica. Chicos hechos chicas que mas de una mirada envidiosa debieron haber causado a alguna transeunte heterosexual por ahí que no sabe como complacer a su marido y que sus rollitos ya construyen el quinto piso en su abdomen.
Chicos con sus chicos, chicas con sus chicas bailaban a través de la Alameda, ondeando banderas o algún merchandising barato que se prestaba para la ocasión. El evento acabo sin disturbios. Solo llenó algunas bocas de mierda.
Queda mucho aún, el catolicismo homófobo a causado bastante daño en los últimos siglos, será cosa del tiempo que se vayan desvaneciendo las atrocidades causadas en el nombre de la fe, falta mucho para que se respire la verdadera democracia, donde se pueda respirar tranquilo y salir a la calle de la mano.
Amén.
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