"Pepsi Campeón!"

El "wagneriano" mundial de fútbol termino hace ya unos días entre cabezazos de lucha libre, estrellas de música pop promocionando sus últimos "hits" y con los dueños del mundo del futbolillo con sus bolsillos rebosantes.

Medio mundo se fue de bruces al suelo, retornando a la rutina, (medio mundo también se retorcía de hambre y moría de SIDA un continente más abajo), pero los grandes magnates hicieron lo suyo, las personas que odian a su país y hablan a diario de las atrocidades del puto destino que los hizo nacer en esa porción de tierra x, se sintieron por dos o tres semanas (otros sólo unos días), orgullosos de ser mexicanos, argentinos y "gananeses" (ni idea como se escribe).
Por alrededor de un mes ni la hambruna, ni la corrupción, ni el VIH, ni la contaminación importó (o importó menos quizás, si creemos que casi ni importa).

Por un mes circuló esa droga que se mueve a patadas, entretención para las masas dicen unos, pero nada es gratuito, la publicidad engañosa sigió devorando las cabezas de los televidentes, las grandes empresas siguieron modelando a martillazos los gustos de muchos y bueno más de alguna dijo riéndose de la estupidez de medio mundo: "El negocio está hecho".

Bueno eso es parte del mundial también, de esas migajas de pan que le tiran a la gente para que se entretenga por un mes, y al día 31 comiencen las noticias de inundaciones, campamentos callampas y gente tragada por alcantarillas.