sábado, marzo 03, 2007

2 pasiones pasadas por tinto

Mañana

Decir a las sábanas blancas,
el aroma desteñido de tu partida,
que fulmina en un agónico suspiro,
tu nombre afónico.

Los gemidos en ecos sempiternos,
se acaloran en el paño,
las miradas diáfanas,
se pierden en la memoria.

El último suspiro,
es la tonada inasible,
donde no llegan los sentidos,
que se pierden en el tiempo innombrable,
como tu persona,
que tiene mil nombres.





Hombres

Los sexos tienen un nombre,
la diferencia es sutil,
las miradas se posan,
empavonadas,
asfixiadas,
el calor desgarra mantos y poemas eternos,
el sudor es ambrosia de dioses,
somos un solo ser,
que se diferencia,
en nuestros ojos.